La piedra natural es apta para revestimientos no solo en exterior y fachadas sino también para vestir elementos interiores.
Aunque es el baño y la ducha los lugares más clásicos dónde podemos encontrarlos, también podemos dar vida y resaltar cualquier pared, una chimenea, columnas, etc
Solos o en línea con otros diseños, combinando diferentes tonos, texturas o formas, las posibilidades son infinitas.