La piedra es un elemento natural. El hombre ha utilizado la piedra como recurso formando parte de su historia en prácticamente la totalidad de sus culturas, de oriente a occidente y de norte a sur, por lo que ha estado presente en su propia evolución y ha formado parte de su vida, desde las flechas de silex a las construcciones más modernas, pasando por las pirámides, templos y demás elementos constructivos, decorativos y arquitectónicos.
Por lo tanto, la atemporalidad intrínseca a la piedra y su gran belleza hace que nunca pase de moda, logrando ser un elemento decorativo único y exclusivo.